Mongolia. Feli Dávalos. Editorial: BONOBOS

15/01/2016 - 12:00 am

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Caemos a mirar el cielo de Mongolia, la estepa domesticada de Occidente, cualquier zona más allá de los dosmiles, vueltos un Neo ente papasquiárico –adjetivo de qué rebelión– mitad dromedario, mitad tortuga. ¿La dromeduga, capa-razón más joroba, envuelta en el mantra de la joya del loto, puede levantarse?

Mongolia me hace pensar en las capacidades geográficas diferen-tes de Enrique Peña Nieto, en las capacidades revolucionarias diferentes de 120,000,000 de mexicanos; en el mejor tatuaje que recuerdo, de Luis Humberto Crosswhite: “Suave (patria) que me estás matando”; que la Agencia Central de Inteligencia transmite a nuestras cabezas un remake de Hampa dorada y el nuevo Edward Goldenberg Robinson es Joaquín Archibaldo Guzmán Loera; que todos los poetas aman el exotismo de Zimbawe, Bulgaria y el Kimanjaro; que Feli Dávalos es el único que alterna en la escena del rap mexicano con José Trigo; que Feli Dávalos volvió a Mario Benedetti un clásico; que “hoy hasta un pinche elefantito o un poeta coloquial causan asombro”, pero mientras dure esta música seremos dignos del amor de María Kodama, pulsando el código Konami. ¡Carpe fuckin diem!.

Feli Dávalos

Ciudad de México, 1982. Ha publicado los libros de poemas Mientras menos hagas (Lenguaraz, 2009), Morir Mejor (Aldus/Mantarraya Ediciones, 2010) y Déjate Caer (Taller Ditoria, colección del semáforo, 2011). Como artista de spoken word ha participado en festivales dentro y fuera del país, además de foros diversos. Ha trabajado en la radio pública como programador musical, productor y conductor. Es especialista en rap y hip hop, materia sobre la que ha hablado en radio y escrito extensamente, además de haber impartido charlas, conferencias y dado talleres al respecto.

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